el taller de las palabras, la casa de los sueños, la atalaya que protege de todos los miedos, manantial de bestias de la noche, el cielo adonde emigra el sol de abril...
He aquí una fanática de casi todo que, por obra de la dispersión, termina profundizando en casi nada; una valiente de convicción y miedosa por vocación; reflexiva-compulsiva con episodios de amnesia selectiva; ermitaña con arranques people; viajera de raíces profundas; buscadora incansable de la flor de los 7 colores...
2 comentarios:
Acá la estaremos esperando...
¿Recuerdas cuando se paseó un hombre sin nombre.. por tu extraño mundo P... asomando entre su armadura una flor de siete colores?...
¿recuerdas?...
Gracias.
Publicar un comentario