miércoles

La ejecución

Bienvenido a la ejecución.

Pase, instálese adelantito, para que vea bien,
para que escuche claramente los alaridos,
para que sienta fresquito el olor a sangre
y quizás, con un poco de suerte,
reciba alguna salpicadura del tibio fluido.

Morboso? nooo! Cómo se le ocurre!
No es morbo, sino el ejercicio
de un sagrado derecho ciudadano:
ver expiados nuestros pecados comunes
en algún malhechor de poca (o gran) monta.

Atención un minuto, por favor!

El tríptico que a continuación les entregamos
contiene enumerados, uno a uno,
los delitos y faltas a la sana convivencia
que esta bestia, mal llamada "hombre",
ha cometido a lo largo de su vida.

A saber:

Hurtó un trozo de pastel
y comió escondido
hasta que le dolió el estómago
(cuando cumplió 4 años y no lo dejaban partir su torta).

Dañó el espacio público
al cortar una flor
en el jardín del palacio de gobierno
(para regalar a una mujer que mendigaba en la esquina).

Alteró el orden público
cantando, a voz en cuello,
en pleno viaje en un microbus
(cuando se le anunció que sería padre por vez primera).

Riña y violencia callejera
a la salida de un mall
ocasionando disturbios mayores
(cuando defendió a un amigo de un asalto con arma blanca)

*este es un hijo raro, pero no por raro voy a dejarlo escondido...

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