Dejo rastros por todos lados,
girones de mí, retazos de sueños,
rimas sueltas en la mesa...
pero tú nada ves,
eliges cubrir de párpado mi huella.
No llegas a entender mis señales,
si viste una lágrima creíste ver cuchillos;
si estaba mi mano extendida
no descubriste la caricia que guardaba,
esperaste un golpe.
No creíste que todos los trinos
tejieron un sueño a causa tuya,
un sueño leve, irisado, tembloroso.
No viste que eras tú mismo
quien obligó a la noche a parir el sol.
No ves cómo tus manos
-tus suaves manos, tus dulces manos-
interrumpen la vida misma
en la expectación de saber dónde
-en ese viaje desde tu rodilla-
reposarán como tibio tesoro.
No quieres enterarte
que todas tus miradas extraviadas,
las que nunca me entregaste,
arden en mi pecho adolorido
y extinguen en mi boca las risas
que nacían para acariciarte.
Y hubo ciertas veces,
suficientes para hacerme permanecer,
en que abriste los ojos
o el alma
la vida
y me viste clara, rotunda, completa
y no creíste los muros que veías frente a mí
ni los golpes que imaginabas en mis manos.
Hubo esas veces encandiladas de sonrisa
cuando supiste que toda la luz de la mañana
te pertenecía y era a causa tuya.
Esas veces de la miel joven
que destila la plenitud de abrir el alma
y que riega hasta los últimos sueños
porque en recíproca certeza
ve el beso dormir sobre el labio
y entiende la dicha de despertarlo
girones de mí, retazos de sueños,
rimas sueltas en la mesa...
pero tú nada ves,
eliges cubrir de párpado mi huella.
No llegas a entender mis señales,
si viste una lágrima creíste ver cuchillos;
si estaba mi mano extendida
no descubriste la caricia que guardaba,
esperaste un golpe.
No creíste que todos los trinos
tejieron un sueño a causa tuya,
un sueño leve, irisado, tembloroso.
No viste que eras tú mismo
quien obligó a la noche a parir el sol.
No ves cómo tus manos
-tus suaves manos, tus dulces manos-
interrumpen la vida misma
en la expectación de saber dónde
-en ese viaje desde tu rodilla-
reposarán como tibio tesoro.
No quieres enterarte
que todas tus miradas extraviadas,
las que nunca me entregaste,
arden en mi pecho adolorido
y extinguen en mi boca las risas
que nacían para acariciarte.
Y hubo ciertas veces,
suficientes para hacerme permanecer,
en que abriste los ojos
o el alma
la vida
y me viste clara, rotunda, completa
y no creíste los muros que veías frente a mí
ni los golpes que imaginabas en mis manos.
Hubo esas veces encandiladas de sonrisa
cuando supiste que toda la luz de la mañana
te pertenecía y era a causa tuya.
Esas veces de la miel joven
que destila la plenitud de abrir el alma
y que riega hasta los últimos sueños
porque en recíproca certeza
ve el beso dormir sobre el labio
y entiende la dicha de despertarlo
12 comentarios:
Profundo, lindo, suave.
Me encanta leer tus versos...
vaya... cuantos blogs tienes!! me encantaron!!
Gracias por tus comentarios!
Hay veces que cierro los ojos para más ver...tu pura miel.
Besos endulzados.
Uy, que hermosa manera de decir, me encantó su forma de describir, precisa e intensa. Gracias me quedo con este poema para mi.
Tu talento poético es incuestionable amiga, gracias por tu participación en mi ejercicio devánico, siempre es agradable contar con voces tan sensibles.
saludos profundos:)
Y cuando desperté
Me encontré escribiendo en un blog
Oh maravilla, donde la tecnología te lleva
a encontrarte con las letras
con la sensibilidad y la poesía,
con el arte y la belleza, de la palabra escrita
Que bonito escribes!!
Me robaré algunas partes, y lo digo así descarado, porque me gustan, pero además porque puedo jajaja, no es cierto, pero sí se quedarán mucho mucho en mí...
Una sola palabra:
¡Hermoso!
Otras dos:
¡Me inspiras!
así son los amores, los bueno supongo, te ven y no te ven. eso nos pasa a nosotras también, vemos y de pronto estamos nublados.
un saludo
pior que ser cego, é ver/mirar e no ver a realidade
muito bonito, e profundo, como sempre
beijos europeus
"No ves cómo tus manos
tus suaves manos,
tus dulces manos,
interrumpen como la vida misma,
en la expectación de saber, dónde
-en ese viaje desde tu rodilla-
reposarán como tibio tesoro...."
El ritmo que me atrapa...............
No sé me quedé pensando, las palabras hicieron demasiado eco en mí.
Saludos anémicos.
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